El país actualmente enfrenta una crisis social y económica profunda. En este contexto, el presidente Daniel Noboa expide el 29 de marzo del 2024 el Decreto Ejecutivo No. 215 en el que dispone la regulación de los precios de los derivados de los hidrocarburos y el consiguiente aumento de precios.
Como consecuencia de estas medidas económicas “responsables”, asociadas al “sostenimiento del conflicto armado interno”, según lo establece el mismo régimen, la clase popular es la más perjudicada.
El galón de gasolina Extra y Eco país de USD 2,40 a USD 2,46; es decir, un alza alrededor de USD 0,07 por galón. Con respecto a la gasolina Súper de USD 3,89 a USD 3,99 por galón. En cambio, Diésel para sector automotor subirá el precio en casi USD 0,05 por galón; es decir, de USD 1,75 a USD 1,80 por galón.
Si hablamos de un alza del IVA del 15% y un alza evidente de la canasta básica en contraste con el 0% de alza salarial, es evidente que el bienestar va a disminuir, pues la capacidad adquisitiva de los productos de primera necesidad va a ser menor. Dice Noboa, presidente del Ecuador, que los productos de primera necesidad no van a ser afectados, sin embargo, salga a la tienda de su barrio y verá que no es así. Todo esto sumado al desfalco del IESS que no cuenta con las medicinas necesarias para atender las demandas en salud de la población y al crecimiento de la tasa de desempleo y subempleo en el país que, según la estadística del INEC, ésta llegó a 4,2% en febrero del 2024. En tan solo un mes, es decir de enero a febrero 2024, 18.284 personas pasaron al desempleo, según los datos de la ENEMDU del INEC. A simple vista y sin ser los mejores matemáticos del mundo, cualquiera puede sacar las obvias conclusiones: El alza del IVA perjudica a los más necesitados que, a más de no contar con empleo, ahora tendrán que pagar más y muy seguramente comer menos.
Es necesario considerar además que en los 359 productos y servicios en la lista denominada Índice de Precios al Consumidor del INEC, hay 208 productos y servicios, como electrodomésticos, artículos de limpieza, servicios de telecomunicaciones y combustibles, se verán afectados por este nuevo porcentaje de IVA.
El precio oficial del cilindro de gas para uso doméstico no excederá de USD 1,65 en dispositivos de distribución, gracias al subsidio con el que goza aun este combustible. En el caso del gas vehicular y agrícola, con el incremento del IVA, el cilindro aumentará en USD 0,15. Pero como sabemos, los distribuidores de gas ya asumieron un alza, no del costo del cilindro, más sí de la entrega del mismo que se disparó de 2,50 a 3,50. Hay un alza!
Los productos como galletas, gelatinas, gaseosas, herramientas de construcción subirán de precio. También las personas que consuman alimentos preparados en restaurantes tendrán que pagar más. Las plataformas digitales como Amazon Prime, Uber Eats, HBO costarán más. Esto sí en nada afecta a la clase popular que evidentemente no tiene acceso a éstas.
Ante el alza hay un aparente control expresado en el discurso oficial, sin embargo, si usted sale a la tienda de la esquina, los productos han incrementado su valor. Además, existe especulación por el desconocimiento de los productos y servicios que gravan IVA y los que no.
Respecto al alza de precios, varias organizaciones sociales, como la CONAIE, preocupadas por el alto costo de la vida, se han pronunciado y manifiestan:
“…el aumento de este impuesto no tiene nada que ver con la lucha contra el narcotráfico…”
“Es simplemente una forma de financiar la rebaja de impuestos a los más privilegiados”
“Basta de abusos y de injusticias, respeten el bolsillo de la gente que sostiene al país” En las condiciones en las que se encuentra el país, un alza de esta naturaleza, sin considerar políticas públicas para: generación de empleo, apoyo al sector agrícola, recuperar el sistema de salud pública, garantizar el acceso a una educación de calidad, es fulminante. Los efectos quizás no los vamos a ver de inmediato, pero seguramente, muy seguramente vendrán medidas económicas colaterales que serán la estocada final para sumirnos en el hambre, la pobreza y perpetuar la securitizarían o violencia permanente.
