La aplicación de la justicia indígena es una alternativa que se implementará ante el incumplimiento de las medidas establecidas por la Comunidad de Pucará de Velásquez, Otavalo para frenar la inseguridad en la zona.
La tranquilidad y el silencio nocturno del muelle de Chicapan, ubicado en los alrededores de la Laguna de San Pablo, se han visto alterados debido a la presencia de libadores que aprovechan el espacio para acudir con sus vehículos y consumir alcohol. No obstante, también se ha convertido en un foco de inseguridad, pues se han registrado asaltos, robos y consumo y venta de sustancias ilícitas. La preocupación aumenta, ya que en el sector se encuentra una guardería y varios negocios gastronómicos, lugares donde se han dado actos vandálicos.
Ante esta situación, las autoridades comunitarias resolvieron aplicar sanciones y trabajo comunitario a quienes irrespeten las normativas. Se prohibió el consumo de alcohol y drogas en el sector y, con el fin de proteger la laguna de San Pablo e impedir su contaminación, está prohibido lavar vehículos, botar basura y amarrar animales domésticos en los alrededores de la laguna. Entre las sanciones se encuentran multar con un salario básico a las personas que incumplan con la normativa.
Con estas medidas, se espera cuidar tanto a los miembros de la comunidad como al turismo, que llega especialmente atraído por las festividades del Pawkar Raimy, aseguró Diego Conejo, presidente de la comunidad en la mañana del lunes, 17 de febrero.