El Estado tiene la obligación de proteger a la infancia: una realidad urgente y alarmante en Ecuador
Este fin de semana, un hecho trágico volvió a conmover al país. Una menor de tan solo 4 meses resultó herida en el brazo y tórax durante un atentado en el que dos adultos perdieron la vida. Este es solo uno de los episodios que reflejan una cruda realidad: hasta el 14 de febrero, según el medio Ecuavisa Ecuador ha registrado la muerte de 61 menores de edad. Entre estas víctimas, al menos nueve eran niños menores de un año, una cifra que deja ver la magnitud del problema que afecta a la niñez ecuatoriana.
Las víctimas de estos hechos violentos, según las cifras oficiales, tenían edades que van desde los 0 hasta los 18 años, con un alarmante 90 % de adolescentes entre los fallecidos. Sin embargo, el caso más desgarrador es el de un niño de tan solo dos años, quien el 12 de enero, en Babahoyo, murió junto a su padre después de ser baleados frente a su hogar. Este es solo un ejemplo de la creciente violencia que afecta a los menores, muchos de los cuales se ven atrapados en una guerra entre bandas criminales.
Según el informe de Human Rigths Watch los homicidios de adolescentes de entre 15 y 19 años aumentaron un 17 % en el primer semestre de 2024, en comparación con el mismo periodo de 2023, según el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado. Además, este fenómeno ha incrementado el reclutamientos de niños, niñas y adolescentes y ha puesto en riesgo su derecho a un entorno seguro.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado sobre esta situación en varias ocasiones. En octubre del 2024, la organización internacional declaró que el homicidio se ha consolidado como la principal causa de muerte de niños y adolescentes entre los 5 y 17 años en Ecuador. Además, las estadísticas revelan un aumento escalofriante del 800 % en las muertes de menores entre 2021 y 2023.
Hasta octubre del 2024, al menos 318 menores fueron asesinados en el país. UNICEF también señaló que los menores que viven en zonas de extrema vulnerabilidad, expuestos a la violencia, están en un riesgo inminente de convertirse en víctimas colaterales de enfrentamientos entre grupos criminales, cuyo dominio y control de sectores del país es cada vez más evidente.
El caso de una bebé de nueve meses hallada sola, gateando en una desolada vía en la provincia de Santa Elena, es otro ejemplo de la brutalidad a la que están siendo sometidos los niños. La pequeña fue encontrada después del brutal asesinato de su madre, Rosa Yanina Vargas, de 28 años. La escena, que ocurrió entre las parroquias Atahualpa y Ancón, ha dejado una huella indeleble en la sociedad ecuatoriana.
El Código Orgánico de la Niñez y Adolescencia establece que el Estado tiene la obligación constitucional de proteger a los menores de forma preferente y especializada. El Artículo 11 especifica que es deber de la familia, la comunidad, y el Estado garantizar la protección y el auxilio para los derechos de los niños y adolescentes. Además, recalca que el Estado debe asegurar la protección y el cuidado necesario para el bienestar de los menores, en cumplimiento de los derechos y deberes de sus padres o personas responsables de su cuidado.
A pesar de las leyes y normas en favor de los niños, la realidad demuestra que el Estado aún no ha sido capaz de frenar la violencia creciente que afecta a la infancia. La creciente presencia de grupos criminales en sectores vulnerables y la falta de seguridad pública han dejado a los menores desprotegidos y expuestos a situaciones de riesgo y violencia.
Es urgente que el Estado asuma su responsabilidad con mayor firmeza, no solo a través de medidas punitivas, sino también mediante una estrategia integral de prevención, atención y protección. Es esencial que se establezcan políticas públicas efectivas que garanticen el derecho de los niños y adolescentes a vivir en un entorno libre de violencia, con acceso a educación, salud, y una vida digna.
Cada uno de estos casos es un recordatorio de que la protección de la niñez no puede ser una cuestión secundaria, sino una prioridad que debe guiar la acción del Estado. La indiferencia y la falta de respuesta efectiva ante esta situación solo perpetúan el sufrimiento de miles de menores en el país. Es hora de que el Ecuador actúe en defensa de su futuro: los niños.

levantamiento de niña de 3 años asesinada en Huaquillas, El Oro.