Una niña de tres años de la comunidad Achuar de Saapapentsa, en Taisha, Morona Santiago, falleció el lunes 1 de diciembre tras ser picada por un alacrán. Su muerte evidencia las graves deficiencias del sistema de salud en las zonas rurales del país.
Este nuevo luto para el territorio Achuar vuelve a poner sobre la mesa la urgente necesidad de contar con puestos de salud en Transcutucú, un hospital básico que funcione en Taisha, vuelos aéreos inmediatos para evacuar emergencias y disponibilidad de medicación para la prevención y atención de enfermedades infecciosas. Según la madre de la menor, la niña no habría fallecido de haber recibido atención oportuna. No existía en stock el suero alacránico en el hospital.
Desde noviembre de 2024 han fallecido nueve niños en Taisha. Los primeros ocho murieron por leptospirosis, una enfermedad transmitida generalmente por heces u orina de animales contaminados, que infecta a las personas a través del contacto con agua o suelo.
El hecho encendió las alertas sobre el abandono estatal en el sistema de salud pública: la marginalidad, el acceso limitado a servicios médicos, la falta de servicios básicos como agua potable y la ausencia de programas de nutrición para niños y adolescentes en comunidades rurales.
A nivel nacional existe una crisis de salud generalizada. La muerte de la niña en Taisha es solo un reflejo de lo que ocurre tanto en áreas urbanas como rurales. La falta de medicamentos e insumos ha obligado a varios hospitales a suspender cirugías debido a la inexistencia de materiales básicos. Desde el 1 de diciembre, el Hospital Pediátrico Baca Ortiz de Quito suspendió las cirugías ambulatorias, según el memorando Nro. MSP-HPBO-DIR-ASIST-2025-3858-M emitido por el Director Médico Asistencial.
La crisis hospitalaria afecta también a la red del Seguro Social. Según el medio Primicias, hasta octubre de 2025 existían más de 13.000 cirugías represadas únicamente en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), debido a la falta de medicamentos, insumos y la saturación de los quirófanos. En hospitales de la red pública se decidió igualmente suspender las cirugías.
Tanto el Ministerio de Salud Pública como el IESS se declararon en emergencia para la adquisición de medicamentos. Inicialmente la declaratoria duró 60 días, pero fue extendida 30 días más, hasta finales de diciembre. Cerca de 188 hospitales presentan un desabastecimiento que oscila entre el 80 % y el 20 %.
Durante los 60 días de emergencia por la crisis de desabastecimiento, el Ministerio de Salud logró comprar únicamente 55 medicamentos y 20 insumos médicos, de los más de 760 que necesitaba. La inversión fue de 3 millones de dólares. Según Primicias, la adquisición total durante este periodo —considerando compras adicionales— alcanzó 13,19 millones de dólares, aunque siguió siendo insuficiente frente a las necesidades del sistema.
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