El conflicto actual en Gaza tiene sus raíces en más de un siglo de lucha entre judíos y árabes por la tierra, la identidad y la soberanía en la Palestina histórica. Tras la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña tomó el control de Palestina, donde vivía una mayoría árabe y una minoría judía. Las tensiones aumentaron con la inmigración judía, especialmente después del Holocausto, y la Declaración Balfour de 1917 apoyó la creación de un hogar nacional judío, intensificando la oposición árabe.
En 1947, las Naciones Unidas propusieron dividir Palestina en dos estados, uno judío y otro árabe. Los líderes judíos aceptaron, pero los árabes rechazaron el plan, argumentando que favorecía injustamente a la minoría judía. Cuando Israel declaró su independencia en 1948, los estados árabes vecinos invadieron, desatando la primera guerra árabe-israelí. Alrededor de 700,000 palestinos huyeron o fueron expulsados, muchos de los cuales se asentaron como refugiados en Gaza, un trauma que los palestinos llaman la Nakba (“catástrofe”).
Gaza estuvo bajo control egipcio hasta 1967, cuando Israel la ocupó durante la Guerra de los Seis Días, sometiendo a los palestinos a ocupación militar. Las décadas siguientes estuvieron marcadas por levantamientos (Intifadas), represalias israelíes y el surgimiento de Hamás, grupo islamista que tomó el control de Gaza en 2007 tras la retirada israelí. Israel impuso entonces un bloqueo, alegando razones de seguridad, ampliamente condenado como castigo colectivo.
Guerras periódicas entre Israel y militantes de Gaza han causado enorme sufrimiento, siendo el ataque de Hamás en 2023 y la posterior invasión israelí la fase más mortífera hasta ahora. Las raíces del conflicto —desplazamiento, ocupación y nacionalismos enfrentados— siguen sin resolverse, alimentando la violencia continua.
Razones por las que los palestinos y los países árabes rechazaron el Plan de Partición de la ONU
Los árabes palestinos y los países árabes vecinos rechazaron el Plan de Partición de las Naciones Unidas de 1947 por varias razones clave:
- Demografía y propiedad de la tierra: En ese momento, los árabes palestinos representaban aproximadamente dos tercios de la población y poseían la mayor parte de la tierra en Palestina. Sin embargo, el plan asignaba el 56% del territorio al propuesto estado judío, aunque los judíos constituían solo un tercio de la población y poseían menos del 10% de la tierra. Esto fue considerado profundamente injusto por los árabes, ya que requería que la mayoría entregara la mayor parte de su país a una minoría.
- Principio de autodeterminación: Los líderes árabes argumentaron que la partición violaba el principio de autodeterminación de la Carta de la ONU, según el cual los pueblos tienen derecho a decidir su propio futuro político. Sostenían que el plan ignoraba los deseos de la mayoría árabe, que se oponía a dividir la tierra y crear un estado judío.
- Percepción de colonialismo: Muchos árabes veían la creación de un estado judío como resultado del colonialismo de asentamiento, posibilitado por políticas británicas que permitieron una inmigración judía masiva y la adquisición de tierras en contra de la voluntad de la población árabe autóctona.
- Temor al desplazamiento: La implementación del plan habría requerido el desarraigo de cientos de miles de palestinos de las áreas designadas para el estado judío, lo que generaba temores de desplazamiento forzado y pérdida de hogares y medios de vida.
- Preferencia por un estado unificado: Los líderes palestinos y árabes preferían un solo estado unificado en el que los judíos tuvieran igualdad de derechos como ciudadanos, en lugar de dividir la tierra en estados étnicos.
- Desconfianza hacia las intenciones sionistas: Algunos líderes árabes creían que la aceptación sionista del plan era solo táctica y que su objetivo final era expandirse y controlar toda Palestina.
En resumen, el rechazo árabe se basó en la percepción de injusticia del plan, el principio de los derechos de la mayoría, el temor al desplazamiento y la preferencia por un estado unificado y no sectario.
Resumen de los eventos de genocidio en Gaza, 2025
En 2025, la situación en Gaza ha sido ampliamente descrita por expertos de las Naciones Unidas, organizaciones de derechos humanos y juristas como un genocidio en curso perpetrado por fuerzas israelíes contra la población palestina. El año fue testigo de una escalada dramática en la violencia, la destrucción y la catástrofe humanitaria.
Escalada y destrucción
- En mayo de 2025, las fuerzas israelíes lanzaron la Operación “Carros de Gedeón”, ampliando su ofensiva en toda la Franja de Gaza. Imágenes satelitales y videos verificados mostraron la destrucción total de ciudades como Khuza’a, con comunidades enteras reducidas a escombros en cuestión de días. Esta destrucción fue más allá de la necesidad militar, atacando infraestructura civil, tierras agrícolas y viviendas.
- El ejército israelí destruyó sistemáticamente hospitales, escuelas e instalaciones de agua, y atacó centros de salud reproductiva, incluido el principal centro de fertilidad de Gaza, en lo que investigaciones de la ONU concluyeron como actos destinados a impedir nacimientos entre palestinos, un acto genocida reconocido por el derecho internacional.
Crisis humanitaria
- Para mediados de 2025, más de 55,000 palestinos habían muerto en Gaza desde octubre de 2023, siendo mujeres y niños alrededor del 70% de las víctimas. Más de 128,000 resultaron heridos y casi toda la población de 2.3 millones fue desplazada por la fuerza, muchos enfrentando hambruna debido al bloqueo continuo y la negación de ayuda humanitaria.
- Las autoridades israelíes intensificaron el bloqueo, cortando suministros esenciales y proponiendo concentrar a la población restante en una pequeña “zona humanitaria”, lo que generó más alarmas sobre limpieza étnica y exterminio.
Respuesta internacional
- La Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra líderes israelíes por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, mientras que la Corte Internacional de Justicia encontró pruebas plausibles de genocidio, instando a los Estados a actuar para prevenir más atrocidades.
- A pesar de la creciente evidencia y protestas globales, las principales potencias occidentales continuaron apoyando a Israel diplomática y militarmente.
Los acontecimientos de 2025 en Gaza constituyen una de las crisis humanitarias y legales más graves del siglo XXI, con llamados continuos a la rendición de cuentas y a una intervención internacional urgente para detener la destrucción y proteger a la población palestina.
Colaboración de: Fred Hosea
