8 días de paralización en la provincia de Napo en rechazo a la construcción de una cárcel de máxima seguridad en Archidona.
La provincia de Napo ha cuestionado y rechazado tajantemente el proyecto de construcción de una cárcel de máxima seguridad que Daniel Noboa Azín pretende imponer. Este martes, 10 de diciembre se cumplen 8 días de resistencia en el territorio.
La ciudadanía asocia al proyecto con potenciar la inseguridad en la zona, temen además que las prácticas inhumanas que suceden en éstas se crecenten como las ejecuciones extrajudiciales, las masacres, los incendios y las fugas contínuas.
Las comunidades locales, que habitan el territorio, se han levantado para protegerlo y velar por el futuro de sus hijos, pues la cárcel se construiría cerca a instituciones educativas que reciben a cerca de 3 mil estudiantes. Exigen al gobierno nacional que detenga inmediatamente la construcción, ya que consideran que no representa una solución al problema de la violencia y la inseguridad. Más bien, afirman que pondría en riesgo el estado de tranquilidad de los pueblos y de los territorios indígenas. Las personas se mantienen en resistencia. Los bloqueos han paralizado las principales vías que conectan Tena, Coca, Quito y otras ciudades, interrumpiendo el comercio y la movilidad en esta zona de la Troncal Amazónica.
Archidona no necesita más cárceles, sino inversión en salud, empleo, educación y turismo, áreas que representan el 90% de la economía del cantón, afirman las estructuras regionales de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE). Cerca de 20 millones de dólares anuales son generados por el turismo en la zona, que da empleo a cerca de 5 mil personas. La construcción de la cárcel convertiría la Amazonía en un foco de inseguridad, afectando principalmente al turismo y a los pequeños emprendimientos locales.
Archidona se alista para recibir en abril de 2025 el reconocimiento como GeoParque Napo-Sumaco por parte de la UNESCO, un logro que temen pueda quedar eclipsado por el proyecto de construcción de una cárcel. El temor de los residentes es que, además de arrebatarles la paz, se queden sin el poco sustento económico que el turismo genera en la zona oriental como respuesta a las alternativas de ingresos no petroleros.
Paradójicamente la Amazonía ecuatoriana ha sido por décadas una de las regiones con mayores índices de pobreza, a pesar de generar una gran riqueza debido a los yacimientos petroleros. En la provincia de Napo, 74 de cada 100 habitantes viven en condiciones de pobreza. Según el Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC), Napo es la provincia con los niveles más altos de pobreza y la que experimentó el mayor aumento en este indicador durante 2023.
Las organizaciones sociales y la ciudadanía rechazan el proyecto de construcción de la mega cárcel sobre el cuál no han sido consultados. No están dispuestos a que un proyecto de esta naturaleza siga precarizando la condición del pueblo y poniendo en riesgo la tranquilidad, el medio ambiente y el turismo.