Sospechas sobre la muerte de Jaime Roldós resurgen tras declaraciones de Robert F. Kennedy Jr. Este año se cumplieron 44 años de su fallecimiento.
Durante su visita oficial a Ecuador, Robert F. Kennedy Jr., secretario de Salud de Estados Unidos, reavivó la controversia sobre la muerte del expresidente ecuatoriano Jaime Roldós Aguilera. Kennedy asistió a la ceremonia de posesión del presidente Daniel Noboa el pasado 23 de mayo de 2025 y, dos días después, ofreció declaraciones al diario El Universo en las que expresó sus sospechas sobre el fallecimiento de Roldós.
“Me sentí muy descorazonado y desesperanzado con lo que le pasó a Roldós, que probablemente fue asesinado con la ayuda de la CIA (Central de Inteligencia Americana)”, afirmó Kennedy. También recordó que Roldós, en vida, le había extendido una invitación para recorrer localidades de la Sierra ecuatoriana.
Frente a estas afirmaciones, León Roldós, hermano del expresidente y exvicepresidente de la República, reaccionó con cautela pero firmeza: “Yo creo que si él tiene algún tipo de indicio, sería bueno que se impulse una investigación, más aún ahora que son Gobierno (en Estados Unidos)”.
Jaime Roldós falleció el 24 de mayo de 1981 en un accidente aéreo junto a su esposa, Martha Bucaram, y varios miembros de su comitiva. Ese día había participado en una ceremonia de condecoración a combatientes de la guerra de Paquisha antes de abordar el avión presidencial con destino a Macará, en la provincia de Loja. Desde allí, debía continuar su recorrido hacia Zapotillo y regresar a Quito el mismo día. Sin embargo, la aeronave se estrelló en el cerro Huayrapungo, poco antes de aterrizar.
Entre las víctimas se encontraban también el ministro de Defensa, general Marco Subía Martínez, su esposa Helena, los tenientes coroneles Armando Navarrete y Héctor Torres, el piloto coronel Marco Andrade Buitrón, el copiloto teniente Galo Romo, la cabinera Soledad Rosero y el miembro de seguridad Carlos Cabello.
Un informe posterior de la Fuerza Aérea de Estados Unidos concluyó que el siniestro fue producto de un error humano. No obstante, años más tarde, en 2016, la Fiscalía ecuatoriana abrió una indagación al considerar la posibilidad de que el accidente estuviera relacionado con el Plan Cóndor, una operación encubierta de represión coordinada entre gobiernos militares del Cono Sur y Estados Unidos durante las décadas de 1970 y 1980.
Galo Chiriboga Zambrano, entonces fiscal general, presentó ante la Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional documentos desclasificados de la CIA, obtenidos con apoyo del Archivo de Seguridad Nacional (NSA). Estos revelaban que Ecuador había sido incorporado al Plan Cóndor desde 1978, bajo el régimen del Triunvirato militar.
Según Chiriboga, el objetivo de este plan respaldado por Washington fue eliminar cualquier pensamiento político o ideológico que se opusiera a los regímenes autoritarios de la región. El método: terrorismo de Estado, con secuelas de tortura, desapariciones forzadas y asesinatos masivos.