Destrucción de Puentes en la Frontera: Un Conflicto que Amenaza la Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas
El 20 de febrero, fueron destruidos tres puentes artesanales en los sectores fronterizos de La Palma, Mayasquer y El Hojal, los cuales conectan a las poblaciones de Ecuador y Colombia. Esta acción ha generado fuertes reacciones en más de 20 comunidades entre ellas de Pasto, Awá y Quillasingas de ambos países, que se oponen a las decisiones del Ejército ecuatoriano. Como medida de resistencia, el 27 de febrero, se cumplió el segundo día de protesta: cerca de 300 personas de comunidades indígenas bloquearon el puente Internacional de Rumichaca, ubicado en la frontera entre Ecuador y Colombia.
La destrucción de estos puentes se sospecha que responde a un intento de las fuerzas del orden ecuatorianas de mejorar la seguridad ante el auge de la minería ilegal, especialmente en la zona de El Chical (Carchi). Sin embargo, las autoridades indígenas de los pueblos Pastos y Quillasingas han emitido un comunicado en el que señalan que esta acción es un intento por fragmentar el territorio y atenta contra la historia, identidad y autodeterminación de los pueblos indígenas. Los puentes destruidos eran caminos ancestrales utilizados por estos pueblos desde hace miles de años para sus actividades diarias.
La medida también viola varios derechos fundamentales colectivos de estas comunidades, incluyendo la interculturalidad y espiritualidad, la historia, lengua e identidad, la soberanía alimentaria y economía, así como el acceso a la educación, la nacionalidad y el libre tránsito. En este contexto, las autoridades indígenas rechazan categóricamente que los puentes hayan sido utilizados para actividades ilícitas, como la minería ilegal, el transporte de sustancias ilícitas o el contrabando, prácticas que se suelen asociar con la zona.

Fotografía: Diario la Hora
Además, hacen un llamado a los presidentes Gustavo Petro de Colombia y Daniel Noboa de Ecuador para que respeten los territorios indígenas y sus derechos fundamentales, asegurando que se realice una consulta previa antes de tomar cualquier decisión que afecte a estas comunidades. Piden la instalación inmediata de una mesa de diálogo binacional, la reparación y reconstrucción de los puentes, así como un pronunciamiento público de los gobiernos de ambos países. También solicitan el compromiso para garantizar la autodeterminación y el libre tránsito, y el acompañamiento de organismos internacionales de derechos humanos. Por parte de la cancillería ecuatoriana se mantienen en que el derribo de puentes están dentro de los acuerdos con Colombia.
El impacto más significativo es que varias comunidades colombianas en la zona, que dependen de estos puentes para acceder a su país, ahora deben utilizar la carretera ecuatoriana El Chical – Maldonado – Tufiño – Tulcán para llegar al puente de Rumichaca debido a la falta de conexión directa. Las autoridades indígenas colombianas han denunciado que la destrucción de esta infraestructura esencial viola el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales, así como principios del Derecho Internacional Humanitario, al afectar a la población civil.

Fotografía: Diario el Norte